lunes, 26 de marzo de 2012

Aftas bucales (estomatitis aftosa)

¿Qué son?
Las aftas o úlceras bucales (también denominada estomatitis aftosa recurrente) son lesiones que aparecen sobre la mucosa de la boca. Sus localizaciones más frecuentes son la mucosa oral y labial, los bordes de la lengua, los surcos bucales y linguales y el paladar blando.

¿Cuáles son las características?
Suelen tener una forma redondeada u oval, con una base amarillenta rodeada de un halo rojizo. Su diámetro varía entre 3-8 mm y puede ser una lesión única o pueden formar grupos de hasta 20 o más. Primero producen ardor o picor intenso, antes de que aparezca la lesión (de 1-3 días). Son muy dolorosas, a pesar de su pequeño tamaño. Estas lesiones curan espontáneamente en 10-14 días, sin dejar cicatriz. No suelen acompañarse de fiebre a no ser que se sobre infecten.

¿Por qué se producen?
Su causa es desconocida aunque se considera que pueda estar relacionado con una reacción inmunológica frente a las bacterias comunes de la flora bucal, falta de vitaminas,stress, cambios hormonales y alergias alimentarias. También existe cierta predisposición genética. En el caso de las aftas de origen traumático suelen derivarse de una herida en la mucosa bucal causada por el cepillo de dientes, prótesis dentales, mordeduras en la pared de la boca o la lengua, la ingestión de alimentos o bebidas muy calientes.

¿Son graves?
La mayor parte de las aftas bucales son de carácter limitado. Si estas lesiones no curan en el término de dos semanas (7 a 10 días en el caso de un fumador), se repiten con demasiada frecuencia o no tienen un origen traumático, deberá acudir a su médico para que estudie si existe una enfermedad subyacente. El diagnóstico se hará mediante un análisis de sangre y en caso de ser necesario le realizará una biopsia de la lesión.


¿Cuál es el tratamiento?
Normalmente no requieren ningún tratamiento. El único posible consiste en aliviar el dolor y reducir la inflamación. Es recomendable evitar las comidas muy condimentadas y los alimentos de fuerte sabor ácido, como los cítricos, hasta que las úlceras se hayan curado.

Anéstesicos locales: para reducir la sensibilidad al dolor. Suele utilizarse la lidocaína al 2%, en enjuagues orales cada 3 horas o antes de las comidas.

Antiinflamatorios tópicos: para reducir el componente inflamatorio. Se suelen emplear los corticosteroides, como la hidrocortisona y análogos de la carbenoxolona. Se utilizan en forma de tabletas de disolución oral, geles, soluciones para hacer enguajes. Suelen contener además un antiséptico local que actúa contra las bacterias presentes en la cavidad bucal, previniendo las sobreinfecciones.

Dr. Miguel Ángel Gutierrez
Medico Cirujano

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