El cerebro tiene bien establecidos los circuitos del miedo y del estrés
Ambos conferencistas exteriorizaron al unísono, en una novedosa y muy agradable forma de exposición. Hoy es un día de estrés nacional, debemos propugnar para que gane el más mesurado, pero sin que esa lucha por el poder nos ¨estrese¨ desatinadamente y discurra todo en orden.
Iniciaron su charla con la gráfica de un grupo de hombres de la prehistoria luchado contra un mamut, y muy bien señalaron que el estrés apareció con el hombre mismo. Estrés, del inglés ¨stress¨, significa tensión. Es una reacción del organismo en que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. La ansiedad, por su parte, es una preocupación excesiva, es una expectación aprensiva, el que la padece no logra concentrarse adecuadamente y se preocupa por una gama de situaciones que suele magnificar; se fatiga, tiene tensión muscular, no duerme bien, se torna inquieto e irritable.
El cerebro como órgano rector, tiene bien establecidos los circuitos del miedo y del estrés. ¨Del cerebro y de él solamente vienen nuestros placeres, alegrías, risas, así como también nuestros pesares, dolores y duelos¨, esto lo dijo Hipócrates, el padre de la Medicina. La vida moderna y sus angustias son numerosas, bien enfatizaron los charlistas que nacemos llorando, pues sobrevivir en buena salud, es un reto permanente que tiene el hombre ¨tecnoligicum¨ de hoy.
Todos tenemos miedo al peligro y a la muerte, nos afecta la competitividad descarnada tanto laboral como social, la búsqueda del amor, la riqueza, el poder y la felicidad, en ese devenir con agresiones permanentes, sobresaltos, demandas enloquecedoras, donde solo sobreviven los más aptos, pero lo pagamos con todas las secuelas del estrés.
En cuanto al manejo, señalaron los distinguidos colegas, ambos miembros de la Academia de Ciencias, que al parecer el primer ¨ansiolítico¨ utilizado fue el alcohol, luego aparecieron los bromuros, el Hidrato de Cloral en el 1869, el Fenobarbital en el 1912, y a partir del 1950, las ¨pastillas mágicas¨¨, iniciadas con el Librium y apareciendo luego en el 1963 el diazepán como Valium. En cuanto al manejo del severo estrés y de la ansiedad de larga data, consideraron que la psicoterapia es la esencial, el relajado conversatorio con su Médico amigo o su terapeuta, es la mejor ayuda.
Sigue siendo fundamental la historia clínica, las valoraciones de las condiciones biológicas y sociales, tratando de determinar cuáles son las situaciones que inducen al estrés en cada caso en particular, es la mejor de las herramientas para su manejo. Los métodos alternativos fueron señalados como buenos auxiliares: yoga, Taichí, hidroterapia, masajes relajantes, Biofeedback, meditación, relajaciones, oraciones, cultos religiosos y filosóficos, son beneficiosos en su medida para el manejo del malvado estrés. Somos de opinión que lo más importante es buscar ayuda antes de que él nos lleve a riesgosas manifestaciones orgánicas mayores, sabemos que ese ignominioso estrés nos resulta a veces muy costoso.
Dr. JOSÉ SILIÉ RUIZ
Neurologo
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