viernes, 10 de febrero de 2012

Jornada Mundial del Enfermo ¿Lo dejarás pasar?


El día mundial del enfermo fue instituido por el papa Juan Pablo II el 13 de mayo de 1992 y pidió se celebrara el 11 de febrero de cada año. Enfoquémonos sobretodo para saber que un enfermo tiene la misma dignidad que cualquier ser humano productivo. Nadie es menos porque no pueda aportar económicamente al desarrollo de un país de la manera tradicional. Los enfermos son, incluso, el medio de unión de una familia y cuidar a un enfermo, aunque siempre es difícil, cuando termina el proceso de enfermedad, nos trae una paz profunda y una alegría incomparable porque hemos hecho todo lo que podíamos para aliviar la necesidad más básica de un ser humano, su salud.

Este día nos sirve especialmente para reflexionar sobre temas de gran importancia:
-Cuidar nuestra salud. Pensar en la prevención.
-Mejorar la calidad de la infraestructura de los centros asistenciales.
-Mejorar las destrezas y capacitación del personal sanitario.
-Brindar un servicio con la mejor calidad posible a los enfermos. Lo más importante es el trato humano. Debemos sensibilizar al personal médico para que brinde el mejor trato posible a los enfermos.
-Dar una importancia primordial a la atención espiritual de los enfermos.

En cuanto a los familiares:
-Facilitar sitios donde los familiares puedan buscar información para ayudar mejor a sus enfermos.
-Participar en grupos donde se les pueda ayudar y dar apoyo para llevar de la mejor manera posible la enfermedad de sus familiares. (Herramientas-Apoyo Psicológico y Espiritual).

En cuanto a los enfermos en casa
-Procurar un ambiente de bienestar y de afecto alrededor del enfermo. Utilizar estas mismas herramientas con él.
-Lo más importante es dar la oportunidad al enfermo de ser escuchado y proporcionarle ratos de compañía agradable.
-Pedir al sacerdote de la parroquia que vaya a hablar con él (la) enferma. Para confortarles y atenderles.

La Enfermedad en los países en desarrollo
Es verdad que la enfermedad es algo que nos llega a todos. Pero también es cierto que hay enfermedades domiciliadas en lugares donde abundan la pobreza, ignorancia, la marginación, las condiciones precarias. El aumento de los casos de malaria, sida y tuberculosis en países en desarrollo se debe, no sólo a la crisis económica, sino a una crisis de valores que provoca la falta de solidaridad, condiciones de vida precarias, el colapso de los sistemas sanitarios y el deterioro medioambiental.

Qué puedes hacer
Es bueno plantearse qué puedo hacer, qué herramientas tengo a mi alcance para vivir esta Jornada Mundial del Enfermo. No tiene que ser sólo una vez, pero puede servir, y es la idea, de un punto de inicio para concretar otras acciones:

La mejora debe comenzar en nuestra casa. ¿Tenemos un enfermo en casa? ¿Tenemos algún familiar con una enfermedad incapacitante? ¿Nuestros padres, abuelos o familiares viven en un centro de envejecientes o algún centro de salud? Es a ellos a quien primeramente debemos dedicar tiempo. Darles afecto, ayudarles, hacer que pasen ratos agradables.

Voluntariado. En hospitales, especialmente los oncológicos, pediátricos y zonas de envejecientes se necesitan personas que apoyen, aunque sea por un par de horas, al personal de salud. También hay jornadas especiales donde, por ejemplo, se instalan consultorios médicos provisionales en una comunidad necesitada. Una mano en estos casos es de gran ayuda.'

Elegir un enfermo para ayudarle con los medicamentos. Sabemos que en nuestro país las medicinas son costosas y los tratamientos prolongados son una carga para familias necesitadas. Si nos informamos en una parroquia, en algún centro de salud, podremos colaborar y “adoptar” un enfermo para cubrir su tratamiento.

Charlas para prevenir enfermedades. Puedes preparar con el colegio, o los vecinos, o un grupo de amigos, charlas para impartirlas en comunidades necesitadas, para que mejoren sus condiciones de vida y eviten contraer enfermedades.

Hablar con la persona para que permita que la ayuden espiritualmente. A todos nos viene bien un consejo para el alma, sobretodo aquellas personas que tienen una enfermedad de cierta gravedad. Debemos orientar a estas personas para que permitan que reciban el Sacramento de la Unción de los Enfermos (si es católico) y de la Confesión. Esto les permite tener todas las herramientas espirituales para su mejora o prepararles para el tránsito de este mundo a la vida eterna.

Estas son algunas de las cosas que se pueden hacer alrededor de este día. Esperamos que no lo pases por alto como una lectura más y reflexiones sobre lo que puedes hacer.
Dr. Miguel A. Gutiérrez
Médico

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